Hace un año comencé a explorar una nueva vertiente profesional, ser profesor de un taller de cine en el C.C. Teixonera. Para iniciar el taller les propuse crear entre todos, un pequeño cortometraje. Se inició el curso con fuerza, desarrollando las ideas del guión, y tras no pocas deliberaciones y escrituras, surgió ZERO. Las premisas eran que debían salir todos los miembros del taller, el género debía ser suspense y el protagonista sería un asesino.
Nuestro primer cortometraje se grabó un domingo, en la sala de actos del Centro Cívico, pero teníamos un desafío, debíamos estar fuera antes de las 17h. Así que nos pusimos las pilas, y los miembros del T.C.T (Taller Cinema Teixonera) apoyados por Héctor Vidal&Cia en temas de luz y Antxon Castresana&Cia en temas de cámaras, nos lanzamos a la aventura! Y tras unas horas muy intensas, a las 15:30h. dimos el Corten al último plano.
[youtube=http://youtu.be/w10feQatTdc]
Mi sensación es que nos metimos en un proyecto, de más envergadura del que tocaba, pero creo que fue una gran experiencia para ellos, porque vivieron en persona el funcionamiento de un rodaje. Me quedo con muchos detalles de este proyecto, la implicación e ilusión del equipo, el plano cenital de todos juntos (portada arriba), plano muerte ahogado con la bolsa, la estética que da el BN…
Y ahora, justo un año después hemos realizado otro cortometraje similar, titulado de manera provisional, UNA ESCUELA DE MUERTE, grabado dentro de los horarios de las clases y que se convierte en un hermanito de ZERO, ese corto iniciático, que dio el pistoletazo de salida para el T.C.T.